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Dreamy con el que suele intervenir Jaume en los foros de Dreamers | |
La primera vez que supe del Comic al Gritos fue cuando me presentaron a Nacho Carmona en un salón del cómic de Barcelona en la Estación de Francia. De esto ya hará un montón de años. A partir de entonces, en un tiempo en que las conexiones a internet se hacían exclusivamente a través de las lentas líneas telefónicas y en que la red en España andaba aún bastante en pañales (y ya no hablemos de las páginas dedicadas al cómic), me aficioné a visitarla con frecuencia. Era como el Rick’s de Casablanca: todos los que podíamos acceder a la red pasábamos por allí. Los recuerdos de esos primeros años son muchos y variados. Sólo algunos de los que primero me vienen a la cabeza... Recuerdo a Joan Navarro escribiendo medio pedo sobre la colección de originales de Jordi Bernet o de la cena con Pere Joan que había tenido en su casa... Recuerdo a montones de trolls que se hacían pasar por gente real por lo que se tuvo que montar un sistema de registro... Recuerdo cuando escribía bajo el pseudónimo de Zorglub para que importasen sólo mis argumentos, sin estar mediatizados por quién lo decía... Recuerdo cuando una conexión de pena que se cortaba y la memoria del ordenador descubrieron mi “identidad secreta”... Recuerdo cuando Carlos Pacheco y yo colamos una trola mediante la identidad de Zorglub para ver si llegaba a los medios de rumores del cómic americano. Llegó. Recuerdo cuando José Vicente Galadí, el editor del Dos Veces Breve, bajo la identidad de Mr Snoid, y un servidor nos dedicábamos a picarnos con preguntas de trivial sobre le mundo del cómic, un juego donde se acabó metiendo Carlos Pacheco, Rafa Marín, Jordi Juanmartí y otros, con nick y sin nick... Recuerdo cuando Nacho y un servidor intentamos montar un catálogo del tebeo editado en España, a los comics.org. El exceso de trabajo y un cierto descontrol por lo titánico de la tarea llevaron al traste una idea que creo que debería retomarse algún día... Recuerdo cuando la aparición de Gritos.com acabó derivando en uno dedicado a Dolmen y a su entorno, que es donde me muevo actualmente más... Ha habido mosqueos, cabreos, decepciones... Pero lo positivo es abrumadoramente más que lo negativo. Sin duda. Agradezco los amigos que he hecho, los buenos ratos que he pasado leyendo las páginas de Dreamers, las cosas que he aprendido. Sin Dreamers todos los que amamos el cómic seríamos un poco más pobres, culturalmente hablando. ¡Salud y gracias, Nacho!
Jaume Vaquer , coordinador de Dolmen
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